El impulso que recibió la ciberseguridad en mayo de 2018, luego de los robos de millones de dólares sufridos por algunos bancos a través del ciberespacio, fue de tal magnitud, que a contar de ellos se generó un inédito esfuerzo público y privado para reforzarla a nivel país.
Al nombramiento de un asesor presidencial, a la proliferación de charlas y conferencias, campañas ciudadanas de ciberseguridad, creación de carreras, iniciativas para reforzar la ciberseguridad del Estado y a los acuerdos internacionales de ciberdefensa y ciberseguridad; se sumaron iniciativas legislativas que incluyeron la creación -por ley- del mes de la ciberseguridad: octubre.
El frenesí por esta materia a nivel nacional parecía tener trazado un rumbo firme hasta que llegó el 18 de octubre de 2019. En esta fecha, todo cambió y las preocupaciones y prioridades por la ciberseguridad parecieron subordinarse y hundirse casi a la irrelevancia.
Es evidente que, por parecer un intangible frente a los desafíos impuestos forzosamente a la agenda del país, la ciberseguridad no tiene ahora la misma prioridad ni para las autoridades ni para los ciudadanos; algo similar sucede en el sector privado, ya que a la hora de las inversiones la ponderación asignada a la ciberseguridad necesariamente será distinta.
Sin embargo, no hay que engañarse. Las bandas de cibercriminales internacionales poca importancia les dan a los sucesos internos en Chile y no los inhibirán si descubren una vulnerabilidad que les permita obtener réditos económicos. Por otro lado, poco le importa a un ransomware que en las calles del país campee impunemente una “primera línea”, si las vulnerabilidades en las primeras, segundas y hasta terceras líneas de ciberdefensa de hospitales y clínicas permiten el “secuestro” de historiales médicos de pacientes con el consiguiente chantaje para liberarlos.
No, no hay que olvidarse de la ciberseguridad pues las actividades en el ciberespacio son hoy tan cotidianas como las realizadas en el mundo físico, por lo que la protección de datos y sistemas pasa a tener una relevancia tan grande como el libre tránsito de las personas por la ciudad; por lo mismo, la ciberseguridad debe seguir siendo tan prioritaria para las autoridades y empresas, como lo es para las personas desarrollar sus actividades sin miedo y libertad.
Publicado en El Líbero:
https://ellibero.cl/opinion/hector-gomez-ciberseguridad-en-tiempos-de-crisis-social/
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